La inteligencia artificial como herramienta de gestión tributaria

Por: Inés Alexander Caballero Rivera CPA
Miembro de la Comisión de Administración y Finanzas de la AIC
Contador y Auditor Independiente – Panamá

Nunca la interacción entre el humano y las máquinas inteligentes había sido tan común y de constantes avances como hasta la llegada de la pandemia y en consecuencia todas las limitaciones que trajo consigo para la relación entre personas y así facilitar la ejecución de las labores desde nuestros hogares, cumpliendo con la cuarentena declarada a principios del año 2020 a nivel mundial.

Lo anterior, nos obligó a utilizar en las labores diarias los medios tecnológicos y las aplicaciones inteligentes antes desconocidas por muchos.  Fue entonces, cuando nos vimos en la situación de depender de controladores remotos en tiempo real para ejecutar y cumplir nuestras responsabilidades y obligaciones.

¿Qué es la inteligencia artificial?

Según el autor Andrés Muñoz, Especialista Fiscal Senior del Banco Interamericano de Desarrollo, la inteligencia artificial es “el área de la ciencia de la computación que resalta la creación de máquinas inteligentes, que funcionan y reaccionan como humanos”. (1)

 ¿A qué nos referimos con gestión tributaria?

La gestión tributaria es la gestión de los impuestos que realizan las organizaciones de contribuyentes en el entorno macroeconómico en el que realizan sus capacidades de producción.

  • https://blogs.iadb.org/gestion-fiscal/es/el-potencial-de-la-inteligencia-artificial-en-la-administracion-tributaria-el-caso-de-los-asistentes-conversacionales/

El objeto de la gestión tributaria son las relaciones económicas de las empresas y organizaciones con el Estado que surgen en el proceso de formación de ingresos presupuestarios y se materializan en pagos de impuestos que determinan flujos monetarios.

En una reciente publicación de febrero 2023, titulada “Administración Tributaria 3.0: El software de código abierto del BID aprovecha los datos contables digitales para facilitar y mejorar el cumplimiento tributario”, Andrés Muñoz, se refiere a como la transformación digital está cambiando la forma en que las administraciones públicas se relacionan con los ciudadanos contribuyentes de impuestos, permitiéndoles satisfacer sus necesidades de formas más rápida, justa y transparente. (2)

Debido a estos desarrollos de software y tecnologías inteligentes, la mayoría de las administraciones tributarias de América reciben al 100% sus las declaraciones de impuestos en línea y donde muchas ya disponen de facturación electrónica, lo que facilita la recaudación de tributos de forma más eficiente y ágil.  Esto conlleva a un mayor control, fiscalización y seguimiento de los impuestos causados en cada operación comercial realizada por los contribuyentes. De igual manera, nos exige a los profesionales contables una preparación continua sobre estas nuevas tecnologías, para poder comprender, evaluar y procesar la información que se ingresa y obtiene mediante el uso y aplicación de la inteligencia artificial.

Aunado a todo lo referente al cumplimiento tributario, los programas inteligentes también han venido a facilitar los procesos y trámites por parte de los ciudadanos.  A medida se fueron cerrando las brechas de conexión a la internet, se fueron dando las condiciones para que una serie de gestiones de índole tributaria, se facilitó su realización en línea o de forma remota, por lo que aportó a reducir la inversión de tiempo y dinero en tramitología muchas veces burocrática y complicada para los ciudadanos. 

Esto también causó un impacto ambiental positivo, debido a la reducción de forma considerable el manejo de documentos físicos y reduciendo de forma considerable la acumulación de archivos físicos por parte de las entidades fiscalizadoras, puesto que manejan archivos digitales y no requieren de grandes espacios físicos para almacenar datos y documentos de los contribuyentes.

  • Tomado de la publicación: “Administración Tributaria 3.0: El software de código abierto del BID aprovecha los datos contables digitales para facilitar y mejorar el cumplimiento tributario”. Febrero 2023 https://blogs.iadb.org/gestion-fiscal/es/administracion-tributaria-3-0-el-software-de-codigo-abierto-del-bid-aprovecha-los-datos-contables/

https://pomilm.com/gestion-fiscal/

 La inteligencia artificial ha establecido y ejecuta lo que conocemos como cruce de datos y así puede determinar el cumplimiento oportuno de cada ciudadano y de no ser así, tiene la capacidad de notificar vía correo electrónico o cualquier otro medio permitido, cuando detecte el incumplimiento de acuerdo con el calendario establecido para cada uno de los compromisos fiscales de los contribuyentes.

Es aquí donde la inteligencia artificial asume el rol de aliado de la gestión tributaria de los gobiernos y pasa a ser un medio de fiscalización oportuna e incluso permite tener formularios precargados, para que las empresas o contribuyentes solamente tengan que realizar revisiones y corroborar que la misma es correcta, lo que permite declarar con mayor rapidez y precisión y a su vez una recaudación más eficiente y oportuna para la ejecución presupuestaria de los recursos públicos, los cuales se abocan a los propios ciudadanos que aportan diariamente.

Las administraciones tributarias de distintos países han sido un agente fundamental para la difusión del uso de las tecnologías de información y comunicación en la sociedad (TIC´s), pero aun así es esencial que los gobiernos contemplen planes para mejorar la infraestructura de comunicación y soporte legal, acceso a servicios digitales e implementación de tecnologías amplias, en particular una infraestructura o plataforma robusta que soporte el alto tráfico de información y evitar al mínimo las fallas o daños, que provocan un atraso en el trabajo que realizamos los contadores y asesores tributarios respecto al cumplimiento por parte de los contribuyentes en lo concerniente al pago oportuno de los impuestos. Las administraciones tributarias tienen la capacidad institucional para influir en la priorización de estos temas dentro de cada gobierno.

Cada vez es más frecuente la utilización de nuevas TIC´s para ser más eficaces y eficientes en la gestión, siendo un proceso de digitalización que se aceleró exponencialmente en las actuales circunstancias.

Dentro de todos estos cambios tecnológicos acelerados, la inteligencia artificial presenta múltiples beneficios para las administraciones tributarias, ya que transforma los datos en un activo de conocimiento y de impacto para la gestión tributaria, y así puede lograr el uso inteligente de dichos datos y la forma en cómo se interactúa con los contribuyentes.

Un ejemplo de antes expuesto es que actualmente en Panamá, un país que se conoce por ser uno de los más importantes centros financieros de la región, la entidad que administra y regula todo lo concerniente a impuestos (Dirección General de Ingresos – DGI), institución autónoma adscrita al Ministerio de Economía y Finanzas, utiliza un software inteligente que recuerda de forma constante vía correo electrónico a cada contribuyente, el pago de sus compromisos fiscales, los cuales se muestran en el estado de cuenta una vez haya presentado o cumplido con la presentación de las declaraciones juradas correspondientes.  Todo esto aunado a un proceso previo de solicitud de actualización masiva de datos generales de cada contribuyente, para así tener acceso al envío de notificaciones frecuentes a los ciudadanos.

El uso combinado de la inteligencia artificial y el análisis de datos aporta beneficios exponenciales gracias a que la recopilación y análisis de un gran volumen de datos de los contribuyentes en tiempo real, ayuda a mejorar el proceso de toma de decisiones que impactan positivamente el manejo de los presupuestos de recaudación y los flujos de asignación de recursos a cada entidad del Estado.

Actualmente muchos países utilizan la inteligencia artificial para obtener información y dar asistencia, usando los asistentes conversacionales virtuales y chat en tiempo real, que guían a los ciudadanos en cada uno de los procesos relacionados con el cumplimiento y presentación de declaraciones.

En base a lo anterior, compartimos algunos ejemplos concretos de inteligencia artificial aplicados en las auditorias o fiscalizaciones, tanto en controles masivos o extensivos como en controles intensivos.  Se puede afirmar que la fiscalización es la acción mediante la cual las inteligencias artificiales procuran evitar que los contribuyentes incurran en evasión o defraudación fiscal y, en caso de cometerlas, procura detectarlas, probarlas y liquidarlas. Un caso muy puntual, es que recientemente la administración tributaria panameña ha detectado 163 casos de evasión fiscal con un posible computo de 156 millones de dólares dejados de recaudar por el Estado, de los cuales ya cuatro casos han sido presentados ante el Ministerio Público para las debidas investigaciones, según declaraciones del director encargado, Lic. Publio De Gracia. 

El objetivo de estos procesos es maximizar el riesgo subjetivo y con ello modificar la conducta de los contribuyentes de modo que el cumplimiento voluntario sea cada vez mayor. Ello debido a que el porcentaje que se obtiene como recaudación directa por las acciones de fiscalización no supera del 5% de la recaudación total.

De forma general la inteligencia artificial puede utilizarse para analizar las relaciones entre los contribuyentes para así identificar alguna relación oculta o simulada, o si fuese el caso que exista alguna red de incumplimiento tributario potencialmente de alto riesgo.  Para esto, en Panamá se ha implementado el uso de forma escalonada de acuerdo con la actividad económica desarrollada, el uso de la factura electrónica, la cual, para otros países de la región, su uso es de vieja data.  En la actualidad cerca de 40 mil contribuyentes utilizan este método de facturación, ya se mediante una plataforma gratuita o mediante un proveedor autorizado calificado.

Un posible uso de la inteligencia artificial en las auditorias es para comparar estructuras de precios de las empresas y así obtener precios de transferencia más precisos.

Para mencionar algunos casos que pudimos encontrar de actual aplicación en la región, tenemos por ejemplo el SUNAT de Perú, que para el control electrónico del Impuesto General a las Ventas (IGV) envía alertas a los contribuyentes a través de mensajes de texto cuando se han recibido facturas por gastos o costos que los sistemas de inteligencia artificial consideran no habituales en el tipo de negocio que ha realizado la compra. (3)

Otro ejemplo es que en Colombia la DIAN busca la conexión entre puertos nacionales, a través de tecnología con sistemas de IA y robots, para detectar la evasión y verificar las operaciones comerciales. (3)

Así mismo, en Costa Rica por medio del uso de Big Data se mejoró el cobro de impuestos con un modelo predictivo de minería de datos que detectó la simulación de pagos a terceros por más de $31 millones. (3)

En Brasil el SISAM es un sistema de IA que aprende del historial de los formularios presentados y estima la probabilidad de alrededor de 30 tipos de errores que pueden ocurrir en cada renglón de cada nuevo formulario de declaración de importaciones, y calcula el valor esperado de los ingresos para cada error detectado. (3)

 

  • Tomado de la publicación “Inteligencia artificial aplicada a la fiscalización”. Octubre 2020 https://www.ciat.org/ciatblog-inteligencia-artificial-aplicada-a-la-fiscalizacion/

 

Conclusiones

  • Es una realidad, la inteligencia artificial ha llegado para quedarse y en los próximos años su utilización será cada vez frecuente en la fiscalización, detección de indicios de fraude y de evasión fiscal organizada.
  • Cada país a través de sus entidades fiscalizadoras y administraciones tributarias deberá mejorar e implementar si fuese el caso, los sistemas inteligentes o robots necesarios, los cuales controlados mediante la inteligencia artificial sean capaces de analizar y procesar bases de datos robustas que emitan información veraz sobre las posibles evasiones mediante el llamado cruce de información, proveniente de cada uno de los sectores de la economía.
  • La información tiene que poder intercambiarse con otras instituciones, tales como fiscalías, policía, aduanas, autoridades financieras u otras competentes, para investigar los flujos financieros ilícitos y así combatir el financiamiento del terrorismo y la defraudación fiscal mediante un trabajo en conjunto.
  • El uso de la inteligencia artificial también implica riesgos para lo cual se requieren regulaciones especiales, sobre todo para la protección de los derechos y garantías de los contribuyentes.
  • La inteligencia artificial no actúa por sí misma, sino que depende de cómo sea “entrenada o programada” por el ser humano, razón por la cual son y serán los responsables de su adecuado funcionamiento.
  • En definitiva, los gobiernos deberán trabajar en forma conjunta con los distintos actores intervinientes para garantizar la adecuada utilización de la inteligencia artificial, en forma ética, transparente y equitativa, protegiendo los derechos fundamentales de los ciudadanos y buscando siempre que las tecnologías de información y comunicación sean un elemento integrador con los recursos humanos.

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