Gobierno Corporativo y Control Interno

Carlos Alberto Montes Salazar
Vicepresidente CTI Normas y Prácticas de Auditoría

 

No se puede hablar de Gobierno Corporativo sin hacer una aproximación al entorno económico, teniendo una visión integral de nuestro mercado de capitales y la estructura empresarial. Hoy se discute entre el aumento del producto y la confianza en las organizaciones y, por otro lado, sobre el panorama social el cual requiere de un gran esfuerzo por parte de todos los actores políticos.

Otro aspecto esencial para las organizaciones es la consolidación de mecanismos alternativos de financiación, que permitan la inversión que garantice la sostenibilidad de las empresas en el largo plazo.

Los inversionistas son conscientes de la realidad económica y social y por ello reconocen la necesidad de generar un clima para la creación de empresa, basados en la transparencia y la eficiencia corporativa, con modelos de gestión que crean valor, entre ellos COSO, lo cual es necesario para armonizar las prácticas gerenciales, con reglas uniformes aceptadas internacionalmente.

El concepto de Gobierno Corporativo, se originó en las grandes organizaciones, las cuales tienen acceso a grandes mercados, sin embargo, el entorno económico en el que se desenvuelven especialmente en los países latinoamericanos, implica tener en cuenta una estructura empresarial conformada por pequeñas y medianas empresas en su mayoría y un pequeño mercado público de valores. 

La transparencia del Gobierno Corporativo ha sido una inquietud constante dentro del desarrollo de los mercados. Las exigencias cada día son mayores, pues las actividades comerciales son más complejas y competitivas, debido a la globalización, a la innovación tecnológica y a las crisis de credibilidad en las empresas, en los accionistas, inversionistas y los grupos de interés.

Como resultado de la pérdida de credibilidad en las corporaciones, han resultado una serie de iniciativas que buscan restablecer la confianza en el mercado, proponiendo el mejoramiento de las prácticas corporativas a través de la implementación de pautas para que las empresas sean sólidas, sostenibles, competitivas, eficientes, honestas, transparentes y merecedoras de buena fe.

En este aspecto, la atención a los principios de gobernabilidad, implementando sistemas de control internos,  al tiempo que permiten maximizar el valor de la empresa y de sus accionistas, reconocen y hacen posible el ejercicio de los derechos de accionistas, inversionistas y demás grupos de interés, haciendo posible que cuenten en forma permanente con proveedores de recursos, especialmente de capital, de manera que cuando definan su estructura financiera tengan la certeza de disponer de fuentes de financiamiento en el mercado de capitales. Esto maximizaría la productividad y eficiencia en aras del cumplimiento de los fines empresariales, con importantes sinergias en el desarrollo económico del país.[1]

La idoneidad del gobierno corporativo ha sido una preocupación constante dentro del desarrollo de los mercados. Especialmente los requerimientos hoy son más exigentes, ya que las actividades comerciales son más complejas y competitivas, debido a la globalización, a la innovación tecnológica y a las crisis de credibilidad de las empresas que se ha apoderado de los accionistas, inversionistas, grupos de interés que se relacionan con las compañías, generando, así mismo, preocupación en las entidades gubernamentales.

Como consecuencia de la pérdida de credibilidad en las corporaciones que se ha presentado, han resultado una serie de iniciativas internacionales que propenden por el restablecimiento de la confianza del mercado, a través del mejoramiento de prácticas corporativas y de control interno, que permitan dar unas pautas para que las empresas sean sólidas, sostenibles, competitivas, eficientes, honestas, transparentes y merecedoras de buena fe.

El tema de Gobierno Corporativo se origina con la idea de la empresa moderna. Se identifica inicialmente con la delegación del poder sobre la toma de decisiones hacia administradores distintos a los dueños. Este tipo de organizaciones origina desconfianza en algunos, ya que plantean que siendo la administración la que maneja el dinero de otros y no del suyo propio, no puede esperarse que ellos lo vigilen con la misma diligencia, con la cual los socios en una organización, normalmente cuidan su propio dinero.

El Gobierno Corporativo ha evolucionado de un concepto financiero, relativo al retorno sobre la inversión, esperado y exigido por los inversionistas, a uno que incluye controles internos de aspectos relativos al diseño de la organización misma y que según la definición de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) tiene que ver con los medios internos por los cuales las corporaciones son operadas y controladas.

Un gerente (agente) que no es propietario de una empresa sino un empleado, tiene conflictos de interés con el propietario (principal), puesto que existen beneficios privados de control, que son obtenidos por el gerente en desmedro de la riqueza de los propietarios y es aquí donde son necesarios unos sólidos sistemas de control interno y una auditoría que evalué la gestión y los resultados de la administración.

 

 

[1] SUÁREZ ORTIZ, Edgar, RESTREPO CAMPIÑO, Mónica.  http://www.eltiempo.com/participacion/blogs/default/un_articulo.php?id_blog=3826213&id_recurso=450008690.  Gobierno Corporativo.  Junio 25 de 2008.

 

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