Algunas reflexiones sobre la acreditacion profesional

Autor: Mario E. Díaz Durán (Uruguay)

Contador Público (Universidad de la República, Uruguay). Magister en Entornos Virtuales de Aprendizaje (Universidad de Panamá). Doctor (c) en Educación Basada en Competencias en el Centro Universitario Mar de Cortés (México). Presidente de la Comisión Técnica Interamericana de Educación de la Asociación Interamericana de Contabilidad.

Desde hace muchos años existe una creciente preocupación sobre el tema de la acreditación profesional tendiente a lograr excelencia en la calidad del trabajo profesional.

 

Nos encontramos en un mundo globalizado en el que las fronteras se diluyen y todas las organizaciones sociales y empresariales enfrentan el desafío del cambio. Los procesos de reestructuración económica, la regionalización, las transformaciones científico-tecnológicas -entre otros aspectos- caracterizan un mercado laboral que desafía la imaginación y la iniciativa.

 

Las transformaciones del mundo productivo y del mercado de empleo, plantean redefiniciones a la educación y a la formación profesional. Nos enfrentamos a una demanda de recursos humanos cada vez más diversificada y complejizada, donde las innovaciones científico-tecnológicas plantean crecientes exigencias a los recursos humanos y los cambios en la organización del trabajo exigen nuevas capacidades de desempeño, comunicación y gestión a todos los actores.

 

La actividad profesional libre es de gran importancia en la economía moderna. El ejercicio profesional es un servicio, y como tal donde se genera un mayor valor agregado y, contribuye a mejorar el nivel de vida en las sociedades modernas.

 

En cuanto al ejercicio libre de profesiones, diversos elementos hacen oportuno realizar una reflexión acerca de la conveniencia de regularla y de la forma en que debe hacerse. La característica más resaltable en este sentido es que es necesario asegurar un nivel mínimo en la calidad de los servicios prestados por los profesionales.

 

Una persona demanda los servicios de un profesional, porque tiene una necesidad que no puede satisfacer él mismo. Sin embargo, los usuarios no pueden conocer la calidad del servicio que presta un determinado profesional hasta haberlo utilizado.

 

Esta característica de los servicios profesionales hace conveniente contar con un marco normativo que impulse a los profesionales a la prestación de servicios de alta calidad o, lo que es igual, que no pongan en riesgo los intereses de los consumidores.

 

Los dos principales elementos que regulan el ejercicio de las profesiones libres son la titulación, y la acreditación. Ambos elementos tienen por fin garantizar a los usuarios y consumidores una calidad mínima de los servicios profesionales contratados.

 

Al revisar las legislaciones de diferentes países se observa que algunas profesiones que requieren de un título universitario en un país, no los requieren en otros. Observamos también que los planes de estudio formales para una determinada profesión presentan algunas diferencias de país en país, o incluso dentro del mismo país.

 

Es frecuente ver también que la titulación técnica o universitaria no toma en cuenta la capacidad de los individuos de acumular conocimiento por sus propios medios, es decir, a través de un proceso de aprendizaje autodidacta.

 

Esta diversidad de factores hace compleja la estandarización de un modelo para ser utilizado en la región.

 

Un programa de certificación y acreditación profesional debe cumplir las siguientes funciones:

 

  • contribuir al aseguramiento de la calidad de los servicios y productos profesionales,

 

  • proporcionar la posibilidad de confirmar la actualización de conocimientos dentro de su competencia profesional,

 

  • reconocer que un profesional dispone de los conocimientos, las destrezas y habilidades que lo hacen competente para la realización de tareas específicas con base a una norma reconocida,

 

  • identificar a aquellos profesionales que cumplen con las normas de calidad nacionales para el ejercicio profesional,

 

  • promover el bienestar socioeconómico de los profesionales, incrementando la profesionalización y confiriendo responsabilidad, identidad y prestigio,

 

  • contribuir a la reglamentación de la formación y del ejercicio profesional,

 

  • proteger a los usuarios del riesgo de recibir servicios y productos de dudosa calidad, a través de la verificación de la competencia profesional de quienes otorgan el servicio mediante el establecimiento de normas y criterios para el otorgamiento de certificados y licencias,

 

  • promover el desarrollo científico de las profesiones.

 

Las asociaciones profesionales al igual que las instituciones de las cuales provienen han comprendido la importancia que tiene la autonomía y la autorregulación profesional mediante procesos de evaluación basados en normas de calidad profesional, con el objeto de:

 

  1. incrementar la calidad de los servicios profesionales,

 

  1. impulsar la actualización y la capacitación profesional,

 

  1. incrementar la cultura de la colegiación.

 

La certificación otorga reconocimiento público a un profesional por poseer los conocimientos, las habilidades, las actitudes y los valores requeridos para el ejercicio de su práctica profesional y por haber cumplido con los criterios de calidad predeterminados y establecidos por el organismo certificador.

 

La vigencia de la constancia de certificación otorgada es variable de acuerdo al país y al organismo certificador, aunque generalmente tiene una vigencia de tres años.

 

La función de la certificación tiende a contribuir con la calidad de los servicios reconociendo que el profesional cumple con los conocimientos, destrezas y habilidades prácticas que lo hacen competente para el ejercicio de su profesión. Entendemos por competencia la aptitud de un profesional para integrar y aplicar conocimientos, habilidades y actitudes, asociadas al conjunto de comportamientos, observables y medibles, que verifican la misma.

 

Este proceso confirma la actualización permanente, siendo un modo de informar a los usuarios que cumple con las normas de calidad, proporcionando prestigio al profesional.

 

La importancia de la acreditación y la certificación es una respuesta a ese interés creciente que se concede al control de calidad, lo cual comprende tanto la formación de los recursos humanos como el ejercicio de la profesión.

 

La exigencia de elevados estándares para la formación de los profesionales está estrechamente vinculada al vertiginoso desarrollo de la ciencia y la tecnología de los últimos tiempos y, al mismo tiempo a los cada vez más dinámicos y rápidos sistemas de comunicación.

 

Las expectativas de las sociedades, es que a través de la educación sus recursos humanos, alcancen la formación y capacitación adecuada para satisfacer la creciente demanda de servicios profesionales.

 

La masividad de instituciones educativas, tanto públicas como privadas, acentúa la necesidad de desarrollar o fortalecer mecanismos que permitan a los usuarios a verificar las condiciones en que se forman los estudiantes.

 

Debe existir, además, un reconocimiento formal de las competencias de las personas, independientemente de la forma en que hayan sido adquiridas o de si tienen o no un título o grado académico otorgado por la enseñanza formal.

 

La acreditación surge como un proceso mediante el cual se observan y reconocen las “buenas prácticas” de los profesionales en sus actividades, constituyéndose en una excelente herramienta para promover el desarrollo profesional y la mejora continua, siendo un reconocimiento del nivel de competencias que poseen los profesionales.

 

La acreditación permite adquirir nuevas competencias en la búsqueda de determinados niveles de desarrollo a lo largo de la vida profesional, es un requerimiento imprescindible para promocionar el nivel de la profesión.

 

Al analizar un posible proceso de acreditación o certificación profesional a nivel regional, que permita el libre tránsito de profesionales y su ejercicio en los distintos países de América, nos surgen una serie de posibles problemas que requieren de un pormenorizado estudio, tratando de diluir las asimetrías que podrían darse.

 

Indudablemente esto requerirá de una armonización y convergencia previa, en un proceso que puede llevar cierto tiempo, desde el momento en que en algunos casos se requerirá de modificaciones de índole legal.

 

De un análisis general efectuado, detectamos un elenco de quince problemas que se presentan a la hora de la acreditación, que podemos resumir en:

 

  1. dos problemas de terminología;

 

  1. cuatro de convalidación;

 

  • dos de control de aptitud;

 

  1. cuatro de requisitos de ejercicio;

 

  1. tres de condiciones económicas.

 

3.1     Problemas de terminología

 

  1. Uno de los posibles problemas se refiere a la diversidad en la denominación de la titulación. En los distintos países de América, encontramos diferentes maneras de asignarle un nombre a la titulación académica de grado, así encontramos títulos, diplomas, certificados. Hay países en los que el título es habilitante para el ejercicio profesional, en otros se requiere un examen de aptitud profesional. Encontramos también casos en que algunas de las profesiones no están reglamentadas e incluso no requieren de formación universitaria. Podemos detectar problemas de incumbencias, entendiendo por estas el ámbito de ejercicio profesional, donde en algunos países las líneas de división no son tan claras. Hay también situaciones de diplomas polivalentes, donde se yuxtaponen más de una profesión.

 

  1. Otro de los posibles problemas tiene que ver con los criterios de convalidación, equivalencia o reconocimiento de los diferentes títulos, así como el efecto civil de dichas situaciones. Podemos encontrarnos con carreras que existen en algunos países e inexistentes en otros. Es necesario determinar la equivalencia razonable entre los diferentes títulos de grado y posgrado. No podemos tampoco dejar de mencionar la existencia de tratados internacionales no comunes a todos los países de América (MERCOSUR, TLC, Pacto Andino, ALCA, etc.) y las consecuencias en el ejercicio profesional ultrafronteras.

 

3.2     Problemas de convalidación

 

Básicamente los cuatro problemas que podemos encontrar son:

 

  1. acceso a la enseñanza superior: tiene que ver con la edad de acceso a la misma, así como con la enseñanza media como requisito de estudios preuniversitarios que permiten el acceso a la enseñanza terciaria o superior;

 

  1. duración de las carreras: tanto en años como en horas académicas;

 

  1. programas: estructura y contenido de los mismos, y los criterios de evaluación respectivos. Acá nos podemos encontrar con diferencias importantes;

 

  1. práctica de actividades: podemos encontrar pasantías, así como ciertas actividades de capacitación a controlar por las instituciones académicas como por las organizaciones profesionales.

 

3.3     Problemas de control de aptitud

 

  1. Tiene que ver con el proceso de verificación de actualización permanente de conocimientos, donde encontramos diferentes alternativas: actividades de capacitación permanente, actividades de docencia, actividades de investigación, publicaciones, entre otras.

 

  1. No en todos los casos se considera la realización de pruebas como herramienta de control de aptitudes y competencias, y en los casos en que estas se realizan, pueden ser periódicas o complementarias.

 

3.4     Problemas de requisitos de ejercicio

 

En este caso, nos podemos encontrar con diferentes situaciones. Entre ellas tenemos:

 

  1. conocimiento de idiomas: si bien en nuestra América, no tenemos gran diversidad de idiomas, por lo menos tenemos cuatro idiomas principales, lo que nos puede llevar a algunos inconvenientes en el momento del ejercicio profesional.

 

  1. Conocimiento de legislación: es necesario un conocimiento específico de la legislación fiscal, comercial, civil, etc. vigente en cada país.

 

  1. Numerus clausus: si bien no se da en forma expresa en algunos países, podemos encontrarnos con limitaciones de proporcionalidad por nacionales o control indirecto del número de profesionales.

 

  1. Colegiación: en algunos países se da el control obligatorio del ejercicio profesional, mientras en otros se da en forma voluntaria, y en otros no existe.

 

3.5     Problemas de condiciones económicas

 

En este caso podemos encontrar algunas situaciones que pueden generar asimetrías. Básicamente nos referimos a:

 

  1. sistemas de remuneración: los sistemas de remuneración están relacionados con la forma del ejercicio profesional, pudiendo ser esta en carácter de asalariado (o en relación de dependencia) o por el ejercicio liberal de la profesión. Encontramos así aranceles, ya sean oficiales o de aplicación libre.

 

  1. Seguridad social: los regímenes de seguridad social adoptan diferentes soluciones, muchas veces en función de la forma de ejercicio profesional. Se requerirá el reconocimiento de aportaciones a los distintos sistemas y su posible unificación.

 

  1. Régimen impositivo: también encontramos diversos sistemas fiscales, que gravan diferentes materias imponibles, también en este caso se nos da la necesidad de armonizar dichas situaciones y contemplar posibles formas de compensación.

 

Estos quince posibles problemas detectados, son causas y consecuencias de diferentes asimetrías que pueden traer una desigualdad entre los profesionales – tanto al interior de un país como hacia otros países – en el momento de su ejercicio profesional.

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