Propectiva de las competencias investigativas en el contador público

La Comisión de Educación de la AIC realizó, el 16 de junio de 2021, la conferencia virtual “Prospectiva de las competencias investigativas en el contador público» con el expositor Darwin Malpartida Márquez (Perú) y con Mario E. Díaz Durán (Uruguay) como moderador. 

Los cambios que experimenta la profesión contable caracterizados por la tecnología, el medio ambiente y la sociedad, determina la importancia de implantar un enfoque prospectivo de las competencias investigativas en el contador público, a fin de adaptarse al contexto que le toca vivir. Por eso el objetivo de la exposición de Darwin Malpartida Márquez era dar a conocer los esfuerzos de las instituciones contables en el desarrollo prospectivo de las competencias investigativas del contador público. 

La exposición trató 4 líneas básicas: 1) un análisis del contexto actual, 2) prospectiva de las competencias investigativas, 3) algunas experiencias de investigación en tiempo de crisis y 4) reflexiones finales. 

 – Análisis del contexto actual: si bien el siglo XX tuvo grandes desarrollos como la física cuántica, la relatividad y los medios de comunicación liderados por internet, también fue el siglo de la angustia, pues hemos experimentado dos guerras mundiales con gran número de muertos, y también nuestra América ha sufrido conflictos sociales y problemas económicos que han afectado a su población. Hemos vivido también varios escándalos financieros, desde la crisis de 1930 que dio origen a las primeras regulaciones contables, pasando por los fraudes del 2000 que dio origen a la Ley Sarbanes Oxley. En estos primeros años del siglo XXI se han dado desarrollos como la biología molecular, la nanotecnología, el conocimiento y el talento. También el cambio climático y el calentamiento global son dos aspectos de impacto creciente. No nos olvidemos del esquema de “corrupción de Odebrecht” en América Latina con coimas pagadas por varios millones de dólares a gobiernos de la región. Y no podemos dejar de lado los impactos del COVID-19. Michio Kaku en “El futuro de nuestra mente” nos dice que con toda probabilidad en 2100 podremos mover objetos con la mente, que la inteligencia artificial estará en todas partes. Para este autor, la medicina molecular permitirá cultivar casi cualquier órgano y los rápidos avances en investigación genética harán posible alargar la vida humana de forma espectacular. Cabe preguntarnos ¿Quiénes serán los ganadores y quienes los perdedores del futuro?, ¿Quiénes tendrán empleo y que países prosperarán? Según algunos estudios la probabilidad de desaparición de profesiones por la automatización podría afectar a los economistas en un 0,43 y a los contables y auditores en un 0,94, pero a aquellos que realizan teoría repetitivas. La disrupción tecnológica (big data, automatización, blockchain, business intelligence, machine learning) creará nuevos modelos de negocios. 

-Prospectivas de las competencias investigativas: el expositor se pregunta ¿Cuál es la mejor forma de enseñar? Para Confucio el aprendizaje se relaciona con que, si lo oigo, lo olvido; si lo veo, lo recuerdo y si lo hago, lo aprendo. Por otro lado, Paulo Freire nos dice que “Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”. Para José Ortega y Gasset “Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas”. Para el expositor un investigador es una persona que en forma habitual efectúa trabajos de investigación, para lo cual requiere competencias, definiendo a éstas como el conjunto de conocimientos, habilidades y personalidad. Las clasifica en competencias genéricas (las cualidades personales, la observación, análisis-síntesis, toma de decisiones), competencias básicas (la comunicación oral y escrita especializada, la redacción de artículos científicos, el dominio de otro idioma) y competencias especializadas en investigación (dominio computacional, dominio técnico especializado, metodología: plantear un problema, justificar, redactar objetivos, planteamiento de hipótesis, métodos y estrategias de investigación, instrumentos de investigación). Muchas de estas competencias están relacionadas con las Normas de Formación de IFAC, donde la competencia profesional se define por las competencias técnicas (IES 2), las habilidades profesionales (IES 3) y los valores profesionales (IES 4). Dentro de las habilidades profesionales (IES 3) se encuentran las habilidades intelectuales de juicio profesional, toma de decisiones y resolución de problemas. Nos plantea tres temas resultado de investigaciones: ¿Por qué hacer una tesis?: para obtener la licenciatura o el grado académico: 40%, para cumplir con el requisito formal del currículo: 29%; para enfrentar la teoría con la realidad: 12%; para aportar a la disciplina: 10% y para demostrar las capacidades investigativas: 9%. ¿Por qué no se hace o se termina una tesis?: por poca asistencia técnica en el asesoramiento: 33%; por baja experiencia en investigación: 23%; por carencia de financiamiento: 17%; facilidades por medio de otras modalidades: 15% y por responsabilidad profesionales: 12%. ¿Qué dificultades se presentan para elaborar la tesis?: la elección del problema: 49%; la selección del área: 19%; por otras dificultades: 12%; por poca información: 11% y por la elaboración de la propuesta: 9%. 

– Algunas experiencias de investigación en tiempos de crisis: el expositor se pregunta a qué dificultades nos enfrentamos en momentos de crisis y nos plantea que la aplicación y la validación de los instrumentos y la obtención de resultados son las principales dificultades. Por otro lado, hay varias aplicaciones informáticas que nos ayudan en este proceso, principalmente en la recolección de datos, entre ellos menciona Google Forms, QuestionPro y SurveyMonkey. También sugiere bases de datos como Dialnet, Redib, Redalyc y Google Académico.  

– Reflexiones finales: el expositor nos plantea ¿Cómo desarrollar competencias investigativas en las ciencias empresariales? y indica que es fundamental la actuación conjunta del Estado, la Universidad y la Empresa, para potenciar las nuevas habilidades y conocimientos para pasar de la antigua medida de la habilidad gerencial (reacción) a la nueva dimensión gerencial (anticipación) en la identificación de problemas y su solución. Para concluir nos dice que un investigador debe ser un gestor estratégico visionario y futurista, con responsabilidad social y que actúe como un pensador sistémico, que sienta pasión por la investigación, que esté bien informado, que sea creativo e innovador con conciencia crítica.