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Percepción de felicidad en alumnos de Contaduría Pública

Por Jorge Alejandro Sánchez Henríquez, PhD – MBA – CPA (Chile)

Miembro de la Comisión de Administración y Finanzas de la AIC

Miembro Centro de Investigación y Estudios Contables (CIEC), Universidad de Talca

Profesor Universidad de Talca – Chile
E-mail: jsanchez@utalca.cl

 

El tema de la felicidad está tomando cada vez más relevancia a nivel global, en esa línea, es que, en los Emiratos Árabes, fueron visionarios en este tema y se constituyeron en el primer país de mundo que puso como centro de su desarrollo la felicidad de sus habitantes y es así como en el año 2017 nombró a la primera “Ministra de la Felicidad” del planeta. Desde el año 2020 Nueva Zelanda, abandonó el uso del Producto Interno Bruto PIB para medir su desarrollo y adoptó una nueva medida basada en la felicidad de los ciudadanos, el índice se llama “bienestar de ciudadanía”, en efecto, el nuevo presupuesto de Nueva Zelandia está totalmente centrado en el bienestar y la calidad de vida de los habitantes del país.

 

Las Naciones Unidas informa periódicamente sobre la felicidad en el mundo, en efecto, el informe sobre la felicidad es una encuesta que mide cómo ha evolucionado la felicidad de los ciudadanos en los últimos años en 156 países, en su preparación se utilizan los datos de la Encuesta Mundial de Gallup en la que se pide a los encuestados que puntúen su vida del cero al 10, siendo cero la peor vida posible y el 10 la mejor vida posible. Se tienen en cuenta seis factores: niveles de PIB, esperanza de vida, generosidad, apoyo social, libertad y corrupción que se comparan con los de un país imaginario, llamado Dystopia, en él vivirían las personas menos felices del mundo, de forma que los ciudadanos de cualquier otro país con el que se compare, serán más felices que los de él.

 

En el ranking 2021 el país más feliz, en todo el mundo resulto ser Finlandia con 7,842 puntos y el menos feliz fue Afganistán con 2,523 puntos. El mapa de la felicidad 2021 en todo el mundo se presenta a continuación, en donde el color rojo representa a los países menos felices.

El concepto de felicidad tiene multiples significados, tanto en el lenguaje común, como el debate filosófico, religioso y cientifico, como un constructo que se refiere a las evaluaciones, así como a las percepciones sobre la cualidad de la vida (Rodríguez, 2012). La gran mayoría de las personas señalan que la felicidad denota su estado ánimo, lo que implica satisfacción.  Para la filosofía, es un hecho más romántico y de sentimiento, se relaciona con el estado de ánimo de la persona y lo que quiere trasmitir a través de sus acciones y/o palabras. Aristóteles afirma que “vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz”, revelando así la raíz moral de la felicidad (Marías, 1987). La religión cristiana especifica que la felicidad es la consecuencia de vivir según las creencias asociadas al bien y a Dios (Martín Nieto, 1998).

Desde la ciencia de la psicología, han determinado que la felicidad se basa en el estado positivo de la persona y el establecimiento de nuevos objetivos de vida, en los que se puede aportar beneficios físicos, mentales y deseos de vivir (Diener et al., 1999). Esta teoría se apoya en el nivel estudiantil, ya que la comunidad educativa se centra en los aspectos positivos de los estudiantes para lograr una enseñanza educativa de alta calidad (Marchesi & Martín, 1998).

La Organización Mundial de las Naciones Unidas es la principal organización en conocer el nivel de felicidad de las personas, pues señala que la búsqueda de la felicidad “es un objetivo humano fundamental” y que el indicador del PIB “no fue concebido para reflejar la felicidad y el bienestar de las personas de un país, y hoy no los refleja adecuadamente” (Sanhueza, 2019). Por esta razón, las preguntas sobre la felicidad de las personas se han incluido en diferentes instrumentos en todo el mundo. Estos instrumentos relacionan y comparan diferentes variables de las personas como: ingresos económicos, sexo, edad, nivel de satisfacción, entre otros. La Encuesta Mundial de Valores del año 2016 “destacó que el 89% de los latinoamericanos se declaraba “muy feliz o bastante feliz”, lo que está por encima de promedio mundial, que es de 83%” (Reyes del Villar, 2017).

El Informe Mundial de la felicidad es una encuesta histórica sobre el estado de la felicidad global que clasifica a 156 países según lo felices que se sienten sus ciudadanos. En 2019, los resultados de esta encuesta establecieron a Finlandia como el país con el mayor índice de felicidad con 7,769, Chile se posiciona en el número 26 con un índice de 6,444 y el Sudán del Sur está en el último lugar con un índice de felicidad de 2,853 (Helliwell et al., 2019).

En estudios recientes ya se está hablando de “modelos de infelicidad”, tal es el caso de lo planteado por Araya, Rojas y Bravo (2021), que tratan de explicar las diferentes variables que afectan la infelicidad de las personas.

Las variables que son consideradas en los estudios cientificos de la felicidad son variables independientes y dependientes, ya que como Alarcón (2009) señala las variables dependientes estan relacionadas con variables psicológicas como la extraversión, la intensidad de las experiencias emocionales, los afectos positivos y negativos, el individualismo y el colectivismo, mientras que en las variables independientes corresponden a sociodemográficas como el género, la edad, el estado civil, los niveles socioeconómicos, entre otras. En resumen, estas variables deben ser analizadas a través de modelos matemáticos como la estadística y el análisis multivariado, permitiendo así explicar de manera efectiva la influencia de las diversas variables en el comportamiento feliz.

Frey & Stutzer (2002) afirman que “los años de educación son un medio necesario para cumplir las aspiraciones de las personas, colaboran en el incremento de las capacidades y son un requisito para el desarrollo de cualquier país. Cuanto mayor sean los años de educación más altos serán los niveles de felicidad de las personas”. En el año 2015 los investigadores del Instituto de Ciencias de la Felicidad de la Universidad Tecmilenio demostraron que “los estudiantes felices son los de mejores rendimientos académicos y que gozan de salud física saludable” (Universia, 2015). Así mismo, la investigación descubrió que “el ambiente escolar positivo permite gozar de un mayor estado de felicidad de los estudiantes, y que el papel de los docentes es muy importante pues permite determinar las herramientas y especialidades necesarias para definir los propósitos de vida de los muchachos”.

La percepción del estudiante sobre la felicidad es a menudo difícil de medir o interpretar, por lo que Calvo & Beytía (2011) en su artículo de ¿Cómo medir la felicidad?, generaron una serie de encuestas en las cuales miden los aspectos psicológicos de las personas a través del momento que atraviesan, ellos establecen que la felicidad es un concepto complejo que ha sido abordado desde muchas perspectivas como la filosófica y la artística. Sin embargo, señalan que “La perspectiva científica se caracteriza por ofrecer una definición operacional de la felicidad que, aunque no comprende toda la complejidad que otras perspectivas consideran sobre este concepto, sí permite su medición. En palabras simples, la felicidad es definida como el grado con que una persona aprecia la totalidad de su vida presente de forma positiva y experimenta afectos de tipo placentero”. Para conocer la felicidad de un estudiante, primero se debe saber que un estudiante universitario suele ser más feliz cuando práctica diversas actividades, como deportes, actividades basadas en su religión, o algún tipo de instrumentos. También los estudiantes con “personalidad extrovertida tienden a ser más felices y eficaces al lograr una meta” (Torres et al., 2014).        

En relación a los estudiantes universitarios Barrios, M. A., Villarroel, M. E., & de Faría, L. D. (2018) determinaron que la felicidad puede estar relacionada con el bienestar del estudiante y por lo tanto, esta con el rendimiento académico de los estudiantes, considerando que éstos se enfrentan a diversas situaciones y cambios, algunos de los cuales pueden ser interpretados como positivos y otros como adversos, difíciles y negativos, que podrían perjudicar o no su rendimiento académico, todo ello basado en el estado emocional de satisfacción que el estudiante experimenta con la vida, es decir, dependiendo de lo feliz que se sienta.

 

Hay muchos estudios que relacionan el bienestar y la felicidad con un buen desempeño laboral, esto se replica a nivel de los procesos educativos de los individuos, en efecto, un estudiante feliz tiene mayor probabilidad de obtener un mejor rendimiento en las materias cursadas, a nivel de estudiantes universitarios, esta premisa también se ha trabajado, sin embargo, de la felicidad en estudiantes de Contaduría Pública hay muy poca investigación, y este artículo pretende dar luces sobre la importancia en la enseñanza de la Contaduría en todo el mundo.

A nivel de estudios específicos en estudiantes de la carrera de Contaduría Pública destacan los trabajos de Flores Escobar, F. A. y Lagos Riquelme, D. A. (2016) y el de Díaz Machuca, M.F. (2021), en donde en 2 universidades latinoamericanas se estudió la percepción de felicidad, en la totalidad de los estudiantes de la carrera, en ambas investigaciones las conclusiones fueron bastante coincidentes, concluyendo que el nivel de percepción de felicidad es alto, la mayoría de los estudiantes se sienten satisfechos con su vida. En cuanto a la escala de felicidad, más del 50% de los estudiantes encuestados se ubican en las alternativas medianamente feliz, feliz o muy feliz. Sobre la satisfacción en áreas específicas, se concluye que los estudiantes se sienten completamente satisfechos con sus relaciones familiares y sus amistades. Los factores más importantes para los estudiantes son sus relaciones familiares, sus amistades, su salud y lograr una meta propuesta. Se pudo concluir que los estudiantes se sienten felices al momento de la aplicación de la encuesta con la carrera que están estudiando, en definitiva se sentían felices y se sentían satisfechos con sus vidas.

 

Sin embargo, estas conclusiones pueden cambiar sustantivamente con la próxima generación de estudiantes de la carrera de Contaduría Pública, es decir con los estudiantes Centennials, también llamados Generación Z, ya que sus características difieren sustancialmente de los alumnos actuales, incluidos en estas investigaciones. En un mundo de constante cambio y de alta complejidad como el que nos toca vivir, es necesario seguir profundizando en el tema de la felicidad y el rendimiento académico y por ello los investigadores sugieren seguir trabajando en las líneas de felicidad estudiantil en estudiantes de Contaduría Pública, para ello se propone ampliar el alcance de estas investigaciones a otras universidades latinoamericanas, representadas por los miembros de la Asociación Interamericana de Contabilidad.

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