Asociación Interamericana de Contabilidad

Intangibles en Contabilidad

Victor M. Lang (Argentina)

Concepto:

Los Intangibles son parte importante del valor de mercado de las empresas y organizaciones en general, su análisis corresponde a la necesidad de la contabilidad tradicional, que no   proporciona la información suficiente en relación con el reconocimiento, medición y valuación de los mismos.

 

En el desarrollo de la economía que hace énfasis en el conocimiento y las comunicaciones, se ha destacado la importancia de los Intangibles como elementos generadores de valor, teniendo en cuenta que usualmente se da mayor importancia a los recursos físicos y monetarios, sin tener presente que la identificación de los Intangibles es una nueva realidad; la cual le proporciona al ente que los valora mayor eficiencia y verdaderas fuentes de creación de valor.

 

A veces algunas palabras se ponen de moda y muchos las usan sin saber de qué están hablando. Mi intención no es únicamente dar una definición como el diccionario, sino entender el concepto y cómo podemos usarlo a nuestro favor. No hablo de usar la palabra, sino que sea una herramienta más que podamos usar en las empresas y negocios.

 

Primero definamos, p.e.: están los costos intangibles (o también inmateriales) y los activos intangibles. Un Costo Intangible es un costo no cuantificable en relación con una fuente identificable. Los costos intangibles representan una variedad de gastos, tales como las pérdidas en la productividad, la buena voluntad del cliente o caída del entusiasmo de los empleados. Si bien estos costos no tienen un valor concreto, algunos gerentes tratarán de estimar el impacto de estos intangibles.

 

Un Activo Intangible es un activo que no es de naturaleza física. La propiedad intelectual de la empresas (tales como patentes, marcas, derechos de autor, metodologías de negocio), buena voluntad y reconocimiento de marca, son activos intangibles comunes en el mercado actual. No es fácilmente cuantificable el intangible, pero nadie duda del valor. Por ejemplo el valor del reconocimiento de marca de Coca Cola.

 

Cuando hablamos de comoditización, resaltamos la necesidad de diferenciación para no caer  en una discusión de precios y descuentos. Lo que impulsan todas las decisiones no comoditizadas, son los intangibles. ¿Cómo se mide el valor de un activo intangible y con que propósito? ¿Vale la pena intentarlo? ¿Como se mide el ROI (Return on Investment – Tasa de Retorno de la Inversión)?.

 

Cuando un producto nuevo empieza a generar ingresos, ¿cómo atribuir una cierta porción de esos ingresos a tu habilidad de encontrar la gente correcta para el proyecto? Esta habilidad no fue más que un ingrediente más para completar el proyecto, sin el cual no se hubiese logrado.

 

En el caso de los activos intangibles progresan en la medida en que se desarrolla la nueva economía basada en el conocimiento y la información,  últimamente el enfoque hacia el cuidado medioambiental y de la salud. Se definen los Activos Intangibles  en Contabilidad; como el conjunto de bienes inmateriales, representados en derechos, privilegios o conocimientos, habilidades y ventajas de competencia que son valiosos porque contribuyen a un aumento en ingresos o utilidades por medio de su empleo en el ente económico; estos derechos se compran o se desarrollan en el curso normal de los negocios. Por regla general, son objeto  de amortización gradual durante la vida útil estimada.

 

Los recursos obtenidos por un ente económico que, careciendo de naturaleza material, implican un derecho o privilegio oponible a terceros, distinto de los derivados de los otros activos, de cuyo ejercicio o explotación pueden obtenerse beneficios económicos en varios períodos determinables, tales como patentes, marcas, derechos de autor, crédito mercantil, franquicias, así como los derechos derivados de bienes entregados en fiducia mercantil. Para reconocer la contribución de los activos intangibles a la generación del ingreso, se deben amortizar de manera sistemática durante su vida útil. Esta se debe determinar tomando el lapso que fuere menor entre el tiempo estimado de su  explotación y la duración de su amparo legal o contractual.

 

Los Activos Intangibles son un activo identificable, no monetario y que no posee apariencia física, es utilizado en la producción o suministro de bienes y servicios. Los Activos Intangiblessiempre han estado inmersos en las organizaciones, el tema en cuanto a su valuación dentrode la empresa, es relativamente nuevo. No es desconocido que lo más evidente son los activos tangibles como la propiedad planta y equipo, que determinan su valor en libros; pero hoy día es mucho más importante la evaluación de los conocimientos humanos,  la información disponible, el saber hacer, el personal competitivo, la propiedad intelectual, las marcas, el mantenimiento de la clientela y los conocimientos sobre el comportamiento del mercado, son algunos de los ejemplos de Activos Intangibles que suman al valor real que tiene una empresa en el mercado.

 

 

Panorama :

 

Las empresas se enfrentan, por una parte, al reto a realizar inversiones intangibles que potencien la capacidad de generación de riqueza en el futuro, y, por otra, a la necesidad de  organización. Esto es especialmente difícil, dado que los sistemas de información y contabilidad empleados habitualmente en las sociedades comerciales están orient principalmente, hacia la medición de los beneficios y el valor del patrimonio en términos  monetarios y, por tanto, tienen una limitada capacidad para reflejar el valor y la importancia de las inversiones intangibles. Un Activo Intangible es un activo que no es de naturaleza física. La propiedad intelectual de las empresas (tales como patentes, marcas, derechos de autor, metodologías de negocio), buena voluntad y reconocimiento de marca, son activos intangibles comunes en el mercado actual. No es fácilmente cuantificable el intangible, pero nadie duda del valor.

 

Cuando hablamos de comoditización, resaltamos la necesidad de diferenciación para no caer en una discusión de precios y descuentos. Lo que impulsan todas las decisiones no comoditizadas, son los intangibles. ¿Cómo se mide el valor de un activo intangible y con que propósito? ¿Vale la pena intentarlo? ¿Como se mide el ROI (Return on Investment – Tasa de Retorno de la Inversión)?.

 

Cuando un producto nuevo empieza a generar ingresos, ¿cómo atribuir una cierta porción de esos ingresos a tu habilidad de encontrar la gente correcta para el proyecto? Esta habilidad no fue más que un ingrediente más para completar el proyecto, sin el cual no se hubiese logrado.

 

En el caso de los activos intangibles progresan en la medida en que se desarrolla la nueva economía basada en el conocimiento y la información,  últimamente el enfoque hacia el cuidado medioambiental y de la salud. Se definen los Activos Intangibles  en Contabilidad; como el conjunto de bienes inmateriales, representados en derechos, privilegios o conocimientos, habilidades y ventajas de competencia que son valiosos porque contribuyen a un aumento en ingresos o utilidades por medio de su empleo en el ente económico; estos derechos se compran o se desarrollan en el curso normal de los negocios. Por regla general, son objeto  de amortización gradual durante la vida útil estimada.

 

Los recursos obtenidos por un ente económico que, careciendo de naturaleza material, implican un derecho o privilegio oponible a terceros, distinto de los derivados de los otros activos, de cuyo ejercicio o explotación pueden obtenerse beneficios económicos en varios períodos determinables, tales como patentes, marcas, derechos de autor, crédito mercantil, franquicias, así como los derechos derivados de bienes entregados en fiducia mercantil. Para reconocer la contribución de los activos intangibles a la generación del ingreso, se deben amortizar de manera sistemática durante su vida útil. Esta se debe determinar tomando el lapso que fuere menor entre el tiempo estimado de su  explotación y la duración de su amparo legal o contractual.

 

Extenso es lo escrito que nos habla de excelencia empresarial, de capacidades, de ventajas competitivas y de la virtud de los intangibles como fuente de creación de riqueza. Pero, desde un punto de vista práctico, independientemente del ciclo económico en el que estamos insertos, se producen suspensiones de pagos, que en muchos casos acaban desembocando en quiebra, Unicamente en España, en el cuarto trimestre de 2002, se

produjeron 112 más suspensiones de pago y 187 quiebras. Los motivos, aunque diversos, tendemos a achacarlos a factores externos a la propia organización. Sectores que atraviesan situaciones difíciles, descenso del consumo, ciclos bajistas, etc., se convierten en auténticas barreras defensivas. Pero si la verdaderas razones del éxito las debemos buscar en estratégias bien definidas y perfectamente materializadas, ¿ dónde debemos buscar los inductores del fracaso?.

 

Refiriéndose al éxito empresarial, algunos afirman que las razones hay que buscarlas dentro de la propia organización, con independencia de los factores externos.Por analo referirnos al fracaso, debemos centrarnos igualmente en la propia organización. Hoy la  discusión del capital intangible está dirigida , fundamentalmente , en su consideración de recursos intangibles y la dirección de esta clase de recursos por las organizaciones. Pero sí existen los recursos intangibles, éstos también deben tener su contrapuesto en la organización, que son las obligaciones intangibles. Como indican Harvey & Lusch: “Nosotros debemos equilibrar los capitales intelectuales en los libros contables…”. Debemos tener en cuenta que la gestión del capital intelectual o intangible no consiste meramente en identificar y sumar los recursos intangibles de la organización.

 

El enfoque estratégico de una organización debe cambiar aumentando y desarrollando los activos intangibles pertinentes, así como reconociendo el impacto de los pasivos intangibles. Un Activo Intangible es un activo que no es de naturaleza física. La propiedad intelectual de las empresas (tales como patentes, marcas, derechos de autor, metodologías de negocio), buena voluntad y reconocimiento de marca, son activos intangibles comunes en el mercado actual. No es fácilmente cuantificable el intangible, pero nadie duda del valor.

 

Cuando hablamos de comoditización, resaltamos la necesidad de diferenciación para no caer en una discusión de precios y descuentos. Lo que impulsan todas las decisiones no comoditizadas, son los intangibles. ¿Cómo se mide el valor de un activo intangible y con que propósito? ¿Vale la pena intentarlo? ¿Como se mide el ROI (Return on Investment – Tasa de Retorno de la Inversión)?.

 

Cuando un producto nuevo empieza a generar ingresos, ¿cómo atribuir una cierta porción de esos ingresos a tu habilidad de encontrar la gente correcta para el proyecto? Esta habilidad no fue más que un ingrediente más para completar el proyecto, sin el cual no se hubiese logrado.

 

En el caso de los activos intangibles progresan en la medida en que se desarrolla la nueva economía basada en el conocimiento y la información,  últimamente el enfoque hacia el cuidado medioambiental y de la salud. Se definen los Activos Intangibles  en Contabilidad; como el conjunto de bienes inmateriales, representados en derechos, privilegios o conocimientos, habilidades y ventajas de competencia que son valiosos porque contribuyen a un aumento en ingresos o utilidades por medio de su empleo en el ente económico; estos derechos se compran o se desarrollan en el curso normal de los negocios. Por regla general, son objeto  de amortización gradual durante la vida útil estimada.

 

Los recursos obtenidos por un ente económico que, careciendo de naturaleza material, implican un derecho o privilegio oponible a terceros, distinto de los derivados de los otros activos, de cuyo ejercicio o explotación pueden obtenerse beneficios económicos en varios períodos determinables, tales como patentes, marcas, derechos de autor, crédito mercantil, franquicias, así como los derechos derivados de bienes entregados en fiducia mercantil. Para reconocer la contribución de los activos intangibles a la generación del ingreso, se deben amortizar de manera sistemática durante su vida útil. Esta se debe determinar tomando el lapso que fuere menor entre el tiempo estimado de su  explotación y la duración de su amparo legal o contractual.

 

Además aparece una correlación estadística y positiva alta entre estas dos variables, lo que permite aceptar la hipótesis, estos es, que el capital intelectual invisibles tiene una influencia estadística y positiva sobre el capital intelectual visible, en el componente denominado capital estructural analizado. A la luz de esta investigación, los resultados sugieren que los capitales intelectuales invisibles serían los formadores de los capitales intelectuales visibles.

 

Los resultados tienen relevancia si se parte de que hasta ahora los instrumentos de medición del capital intelectual consideraban en una misma categoría a variables como inversiones en investigación y desarrollo, patentes, derechos de autor con aquellas denominadas actitudes de los trabajadores, experiencia, rotación de personal, organización del conocimiento, entre otros, por lo que la división abre camino para desarrollar la gestión de los capitales intelectuales invisibles desde otra perspectiva, con la información de que influirán de manera positiva y directa en los capitales intelectuales visibles en el objeto de estudio de esta investigación. Sería importante que en líneas de investigación posteriores se verifique el cumplimiento de esta correlación entre los capitales intelectuales visibles e invisibles en los componentes del capital intelectual humano y relacional. Así, esta propuesta del capital intelectual muestra la existencia empírica de los capitales  intelectuales visibles e invisibles y abre el camino para realizar mediciones de estos capitales intelectuales en las empresas, , con la acotación que se hace a través de la teoría de recursos y capacidades, la cual considera distinta a cada empresa,  y por lo cual la medición tendría que realizarse con base en los propios objetivos y necesidades de cada empresa.

 

Finalmente, una línea posible de investigación en las empresas podría ser relevante si se le relaciona con conceptos tales como la competitividad, que es una línea estratégica .

 

Asì también los activos que más se han puesto de moda en los últimos años, y en el que cada vez se fijan más los inversores ( empresas, individuos, institucionales..)son las llamadas “criptomonedas”. En la actualidad, existen multitud de este tipo de “criptodivisas”, como, por ejemplo: Bitcoin (BTC), Ethereum (ETH), Ripple (XRP), EOS (EOS), Bitcoin Cash (BCH), Litecoin (LTC), etc. Cada vez son más frecuentes las transacciones en los mercados con este tipo de divisas, tanto en la compraventa de éstas, como en la utilización de esta “moneda virtual” para el pago por la adquisición de bienes o servicios.

 

 La  criptomoneda es una “divisa virtual”. Se trata pues de “dinero digital”, lo que significa que no es un activo físico o material. Todo lo contrario, estamos hablando de un activo inmaterial o intangible; es decir, que no se trata de monedas ni de billetes físicos, sino de un bien virtual que puede adquirirse en el mercado continuo de las criptomonedas, en función de su valor de mercado, y con el que también podemos pagar como si fuese dinero físico se tratara, por la compra de cualquier bien (siempre y cuando, claro está, el vendedor de dicho bien aceptase cobrar en este tipo de divisa).

 

Aunque inicialmente las criptomonedas fueron creadas con la finalidad de ser utilizadas como medio de pago convencional, con el paso del tiempo han derivado en un activo cuyo valor de retorno de su inversión vendrá dado en función de la subida o bajada de su valor, en un determinado momento del tiempo, en el mercado de “criptodivisas”.

 

En contabilidad el primer antecedente en España de valoración de los activos intangibles en la contabilidad financiera es el llamado fondo de comercio, el rol de la Llave de Negocio. El fondo de comercio es la diferencia entre el valor contable de la empresa y el precio pagado por ella en una adquisición de empresas. El fondo de comercio se define escuetamente: es el conjunto de bienes inmateriales, tales como la clientela, nombre o razón social y otros de naturaleza análoga que impliquen valor para la empresa. Esta cuenta sólo se abrirá en el caso de que el fondo de comercio haya sido adquirido a título oneroso. Este concepto es una aproximación a

la valoración de los intangibles de una empresa, pero en sí mismo no aporta nada, es un

concepto estático, ya que únicamente se suele materializar en momentos de fusiones y adquisiciones. Lo ideal sería, desde un punto de vista ya sea de gestión o adquisición, estudiar como evolucionan los intangibles en el tiempo, es decir, analizar si los activos intangibles aumentan o disminuyen tanto en su número y clasificación como en su valoración monetaria entre periodos de tiempo comparables. Esto nos aportaría nuevas visiones estratégicas y una  disminución en los riesgos de inversión.

 

En los últimos años, tanto en la normativa internacional de contabilidad (IASC)-NIC 38, como en la normativa en general en casi todos los países y en Argentina se ha realizado un tratamiento más pormenorizado de estos activos. El IASB (1993) define los activos intangibles como aquellos activos no financieros que no tienen sustancia física, pero que son identificables y controlados por la empresa a través de derechos legales o custodia

física. La norma entiende que un activo intangible es identificable, cuando puede ser vendido independientemente de la empresa. De no ser así, se considera inseparable del fondo de comercio de la empresa, pasando a formar parte del mismo. El término control hace referencia a la habilidad para obtener beneficios económicos o bien, a la de restringir el acceso de la competencia a los mismos por la existencia de derechos legales. Éste también puede obtenerse a través de la custodia física, esto es, cuando el conocimiento técnico o intelectual, provinente del desarrollo de ciertas actividades, se mantiene en secreto. Cuando no se dan algunas de estas circunstancias, la empresa no tiene suficiente control sobre los beneficios para reconocerlos  

adquirido como la diferencia entre el precio comprometido para adquirir una empresa y la suma de los valores razonables de activos y pasivos identificables de la empresa. Este fondo podrá ser positivo o negativo, según si el importe comprometido exceda el valor razonable de activos y pasivos identificables o, al contrario. Con respecto a los activos intangibles se distingue entre:

  1. Adquiridos a terceros de forma individualizada, que se capitalizarán al precio de adquisición.
  2. Adquiridos como parte de un negocio, que serán reconocidos separadamente del fondo de comercio, caso de que su valor pueda ser medido de forma fiable. De no ser así, se incluirán dentro del precio de compra atribuido al fondo de comercio.
  3. Activos intangibles generados internamente, que podrán ser reconocidos sólo si tienen un valor de mercado claramente asignable, es decir, si el elemento pertenece a un

grupo homogéneo de activos, que son equivalentes en todos los aspectos, y si existe un mercado capaz de establecer un valor para estos activos. Como dijimos , IAS-NIC 38 se define activo intangible como aquél identificable, no  monetario y sin sustancia física, mantenido para el uso en la producción o venta de bienes y servicios, para alquilarlo a terceros o para propósitos administrativos. Además, la citada norma recoge de forma expresa otros dos aspectos a considerar para que un elemento satisfaga la definición de activo intangible: control sobre los mismos y capacidad de obtención de beneficios económicos futuros.

 

En cuanto hoy en Argentina , el panorama no es muy diferente respecto a lo que ocurre en otros ámbitos dado el proceso de armonización a las normas internacionales de contabilidad. Dado que la F.A.C.P.C.E ha receptado estas normas en el dictado de sus Resoluciones Tecnicas sobre la materia. La NIC 38, los requisitos de reconocimiento de los activos intangibles son los siguientes:

 

– Probabilidad de que los beneficios económicos futuros, correspondientes al activo, lleguen a la empresa.

– El costo del activo pueda ser medido con fiabilidad. P.e.; en relación a la normativa contable española, en el PGC (Plan General de Cuentas), se define el inmovilizado inmaterial:  como aquel “conjunto de elementos patrimoniales intangibles constituídos por derechos susceptibles de valoración económica . Se puede decir, que esta norma se esta refiriendo a elementos identificables a los que se les atribuyen un posible valor. Sin embargo, el término identificable, propiamente dicho, no aparece recogido en el PGC, aunque sí en la resolución del I:C:A:C: (1992). Éste define el fondo de comercio como la diferencia entre el importe satisfecho en la adquisición de una empresa y la suma de los valores identificables de los activos individuales adquiridos menos los pasivos comprometidos en la adquisición , aunque, como se puede ver, no para incorporarlo al propio concepto de fondo de comercio. Analizando las normas anteriores, podemos decir:

 

  1. El concepto de inmaterial contempla los siguientes requisitos: a) Carencia de sustancia física. b) Ser identificable. c) Control. d) Contribución a ingresos futuros.
  2. Existe una diferencia de criterios valorativos entre activos adquiridos y generados internamente, sin existir un criterio definido y homogéneo al respecto.

 

Y aquí es donde se encuentra el problema de cómo reflejar en sus contabilidades este tipo de operaciones; la cuestión es que, al tratarse de activos con relativa poca antigüedad en el mercado, no existe una legislación clara respecto a su tratamiento contable.

 

Al carecer de legislación específica para este tipo de operaciones, a las empresas no les queda más opción que analizar y estudiar las distintas consultas que se han planteado ante la Agencia Tributaria o el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC).

 

Si analizamos la última consulta planteada  ante el ICAC en base a este tema, el mismo, basándose en la interpretación de la Norma de Registro y Valoración Contable 10ª del Plan General de Contabilidad, calificó las criptomonedas como:

 

 “Existencias” (subgrupo 30), siempre y cuando la actividad de la empresa sea la compraventa de este tipo de activos.

 

 O de “Inmovilizado intangible” (subgrupo 20), cuando la actividad de la empresa sea distinta a la compraventa de criptodivisas, y esta solo haya adquirido las mismas con fines inversores.

 

Respecto a los impuestos para este tipo de operaciones, la legislación vigente en muchos países no es muy clara, por lo que los inversores deben acudir  a la consulta a los Organismo Fiscales.

 

Por todo lo comentado, las empresas que operen con criptomonedas deberán de reflejar en su contabilidad este tipo de operaciones.

 

Y lo primero que tenemos que distinguir es: si la adquisición de bitcoins se hace directamente a un exchanger ; o si adquirimos bitcoins como pago por la venta de uno de nuestros bienes o

por la prestación de uno de nuestros servicios .

 

 

Propuesta :

 

El mundo actual asiste a un proceso acelerado y complejo de cambio económico en el cual el conocimiento y las comunicaciones  se ubican en el centro del escenario en la explicación de la creación de valor (Torrent, 2016), en una fase histórica conocida como economía del conocimiento. El conocimiento se convierte así, en el recurso estratégico por excelencia, lo que determina que la generación de riqueza se encuentre asociada, fundamentalmente, a elementos de carácter intangible (Bueno, Salmador & Merino, 2008), los que parecen

erigirse como la principal fuente duradera de ventaja competitiva (Azofra, Ochoa, Prieto & Santidrián, 2017).

 

Este nuevo entorno económico y productivo tiene profundas implicaciones para la contabilidad (Zambon, 2017), la cual aún utiliza como medio de difusión de la información a los estados financieros tradicionales, que, como indica Cañibano (2007), han sido desarrollados para una economía industrial, por lo que no brindan una imagen adecuada de la situación financiera de las empresas en el actual contexto.

 

En efecto, aun cuando los principales organismos emisores de normas contables han adoptado el enfoque de la utilidad de la información para la toma de decisiones (Scott, 2009), bajo el cual el criterio de utilidad para el usuario constituye el punto de partida para el establecimiento del contenido de los estados financieros, la postura dominante que han tenido con relación a los intangibles ha sido conservadora.

 

Los fundamentos de esta postura se asocian a las dificultades que entraña la medición fiable de muchos recursos y actividades intangibles, junto a las que plantea la delimitación clara de su control o propiedad por parte de la empresa (Cañibano & Gisbert, 2007). Estas dificultades han generado importantes restricciones para el reconocimiento de los intangibles, lo que ha sido un elemento común en los ordenamientos contables de la mayoría de los países.

 

Esta perspectiva dominante ha dado lugar a que solo unos pocos intangibles queden incluidos en los estados financieros dentro del rubro “activos intangibles”, y que muchos importantes factores de naturaleza inmaterial, determinantes del éxito empresarial, queden fue dichos informes, por no cumplir con los requisitos previstos para su reconocimiento contable  Son ejemplos de estos elementos los que habitualmente se engloban bajo el concepto de capital intelectual, que involucra el conocimiento de los empleados y otros aspectos relacionados con el capital humano, las rutinas organizativas, la calidad de los procesos, productos y servicios, el capital tecnológico, la capacidad de innovación, las relaciones con los clientes, las alianzas estratégicas con distintos stakeholders, entre otros.

 

La falta de información sobre estos intangibles, que son clave en el proceso de creación de valor de las empresas, ha dado lugar a importantes cuestionamientos a la utilidad de la información que se produce bajo los modelos contables actuales. La conocida brecha existente entre el valor en libros y el valor de mercado de las empresas cotizantes en las bolsas de  valores, documentada inicialmente por Lev (2001) y que se ha mantenido como una tendencia a través el tiempo que se observa hasta en las investigaciones más recientes (Beattie & Thomson, 2005; Kimouche & Rouabhi, 2016, entre otras), constituye una evidencia clara de las deficiencias informativas de la contabilidad financiera tradicional.

 

Las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), emitidas por el International Accounting Standards Board (IASB), han favorecido una mayor flexibilidad en el reconocimiento de activos de naturaleza intangible, principalmente, luego de las revisiones acaecidas a partir de 2004. Por su parte, la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (FACPCE) ha emitido sus Resoluciones Técnicas (RT), entre las que se incluyen las que regulan la contabilización de activos intangibles, propendiendo a su armonización con las NIIF. Sin embargo, estos avances resultan aún insuficientes para darrespuesta a las actuales necesidades de información sobre intangibles y la integridad de la empresa.

 

Este es el marco problemático en el que se inserta este tema, por lo que mi objetivo   en  este  caso es  analizar en detalle las cuestiones referidas al reconocimiento y medición de los activos intangibles en las normas contables argentinas (NCA) y en las NIIF, por ser éstas las aplicables para la elaboración de estados financieros en Argentina.  Se pretende, asimismo, dejar sentadas las similitudes y las principales diferencias entre ambos cuerpos normativos.

 

Cabe destacar que me enfoco en las dos categorías fundamentales de activos intangibles que surgen de su clasificación de acuerdo al criterio de identificabilidad (Belkaoui, 1992), a saber: llave de negocio y otros activos intangibles identificables, que son, además, las que las normas antes referidas han diferenciado para regular su tratamiento contable.

 

He  realizado una investigación descriptiva y de tipo documental, concretada a través de la revisión y análisis de la normativa contable pertinente emitida por la FACPCE y el IASB y de la literatura más relevante en la materia.

 

Por lo que  voy a dividir el tema  en cuatro partes. En la primera de ellas,  recojo  algunas definiciones que permiten configurar el concepto contable de activo intangible. Luego  presento el análisis del tratamiento contable que establece la argentina para dichos activos, seguido del que regulan las NIIF. En la cuarta parte sintetizo  los aspectos fundamentales que permiten caracterizar a ambos cuerpos normativos, focalizando en aquellos que los distinguen. Finalmente, expongo mi opiniòn: No resulta sencillo exponer una definición de “activos intangibles”, ya que no existe acuerdo  general sobre la misma.

 

El significado general del término intangible tiene que ver con la carencia de sustancia  corpórea. Así como ya vimos en la Introducciòn , el Diccionario de la Lengua Española (Real Academia Española, 2014) lo define como aquello “que no debe o no puede tocarse”. No obstante, aunque este significado expresa la esencia del concepto, no es suficiente -tal como señala Hendriksen (1974)- para brindar una definición ni para describir el alcance que tiene en el lenguaje contable.

 

Stolowy & Jeny (1999), indican que, en general, hay dos enfoques básicos para abordar la definición de activos intangibles: uno conceptual y otro basado en la enumeración de los diferentes activos que involucran. Dentro del enfoque conceptual algunas definiciones se presentan en sentido positivo, es decir, realizando un genuino esfuerzo conceptual por determinar lo que es un activo intangible, mientras que otras lo hacen por oposición, o sea, indicando lo que no es.

 

Dentro de estas últimas se encuentra la que propone Egginton (1990), quien indica que los activos tangibles son aquellos que conllevan derechos legales en relación con personas específicas y aquellos activos que tienen sustancia física. Y, por oposición, define a los activos intangibles como aquellos que conllevan derechos en relación con las personas en general (tales como licencias, patentes o marcas), o bien, conllevan expectativas de beneficios económicos que no suponen ningún derecho legal (llave de negocio). La RT 9 de FACPCE también define a los activos intangibles por oposición, agregando además una enumeración no  exhaustiva de los activos que se incluyen dentro de los mismos. Así, indica que activos intangibles son aquellos: representativos de franquicias, privilegios u otros similares, incluyendo los anticipos por su adquisición, que no son bienes tangibles ni derechos contra terceros, y que expresan un valor cuya existencia depende de la posibilidad futura de producir

ingresos. Incluyen, entre otros, los siguientes: Derechos de propiedad intelectual – Patentes, marcas, licencias, etc. – Gastos de organización y preoperativos – Gastos de desarrollo.

 

En la línea de las definiciones realizadas en sentido positivo, Belkaoui (1992) los define como aquellos activos sin sustancia física provenientes de derechos legales y contractuales, que posiblemente generen beneficios en el futuro y Nevado & López (2002) entienden como activo intangible a todo aquel elemento que tiene una naturaleza inmaterial y posee capacidad para generar beneficios económicos futuros que pueden ser controlados por la empresa. Por su parte, Biondi (2005) indica que : los bienes inmateriales o intangibles se definen como aquellos bienes no materiales, no corpóreos, no mensurables físicamente, invisibles y con inestabilidad manifiesta debido a su dependencia casi exclusiva de las fluctuaciones del negocio, cuya vida depende de los resultados favorables del ente y aclara que son activados por su capacidad de generar utilidades en el futuro.

 

Por tanto: CI =AI – PI Siendo: CI = Capital intangible AI = Actvos intangibles PI =Pasivos intangibles Esta ecuación supone dos implicaciones: 1. Toda organización, mide los recursos propios que posee reconociendo y valorando primero los bienes y después substrayendo las obligaciones en que ha incurrido. Si los recursos propios son medidos indirectamente substrayendo los pasivos de los bienes, entonces ¿porqué el capital intangible debe ser diferente? 2. Si la ecuación CI = AI – PI se cumple, entonces se necesita construir un mètodo

que permita al menos identificar la existencia de pasivos intangibles. Equilibrar los libros  contables del capital intangible en las organizaciones significa tener que reconocer la existencia de pasivos intangibles.

 

Según la normativa contable, los pasivos se definen como: el conjunto de los elementos patrimoniales de una empresa, que representan el total de sus deudas y obligaciones. Esta definición de los pasivos se refiere a la parte “visible” del balance y son recogidos y medidos por la contabilidad tradicional. En la parte “no visible” del balance, por aproximación.  La responsabilidad u obligación de la empresa para transferir recursos económicos proporcionar servicio a otras entidades en el futuro. También puede reflejar una rentabilidad inferior. Una primera aproximación de la existencia de estos pasivos intangibles en la contabilidad la podemos encontrar en la aparición del fondo de comercio negativo, que surge en aquellas adquisiciones de empresas cuando el costo de compra es menor que la participación del adquiriente en los valores de los activos y pasivos identificables.

 

Por ello la necesidad de desarrollar un nuevo paradigma contable que permita incorporar conceptos y elementos que hagan de la Contabilidad una herramienta idònea y confiable capaz de mostrar la real situación y evolución de un ente, realmente útil para todos los usuarios de la información. Esta definición es, tal y como señalan Vázquez & Bongianino (2005), una aproximación conceptual más completa que la que brinda la RT 9 de la FACPCE. No obstante, la incorporación, por parte del IASB, del requisito de identificabilidad plantea la distinción entre activos inmateriales y llave de negocio (López, Santanatoglia, Pedroni, Albanese & Milanesi, 2013), lo que para Fowler Newton (2005) resulta una distinción inadecuada, debido a que la llave de negocio también puede ser considerada, en ciertos casos, como un activo intangible, pero no es identificable. Específicamente,  remarca esta cuestión en los siguientes términos: “dada su definición de intangibles, la NIC 38 no debería fijar reglas para los no identificables y, sin embargo, lo hace” .

 

Independientemente de lo anterior, la definición del IASB deja patente, al igual que la mayoría de las que han sido aportadas por la doctrina contable, que van más allá de una conceptualización, ya que también involucran requisitos para que el elemento intangible pueda ser reconocido como activo, los cuales limitan el alcance del concepto, dejando fuera de la definición a una gran variedad de inversiones que integran el capital intelectual de las empresas.

 

A raíz de lo dicho creemos que actualmente que la situación “real” de la empresa no se halla expresada en los Estados Contables , hasta tanto se incorporen en los mismos este tipo de bienes; “Los intangibles o Inmateriales” tanto Activos como Pasivos . Dado que su preminencia en la determinación del valor real de un ente y sus posibilidades de generar  mayores recursos y resultados positivos, más  en la nueva economía  global. Donde desde el mercado mundial nos están diciendo que la gran mayoría de las grandes empresas, al menos, y las llamadas Unicornios , su valor  está dado primordialmente por este tipo de bienes.

 

Como resultado la propuesta de este trabajo  es  propiciar la generación   de nuevos modelos contable adecuado al actual momento y que permitan , quizás con una tarea multiciplinaria dada la complejidad del asunto, expresen en divisa o moneda homogénea para su comparabilidad   expresa la Realidad de los entes y empresas en términos económicos – monetarios. Identificando, reconociendo, midiendo y valuando de la mejor manera los Activos y Pasivos.

 

Respetando la Partida Doble pero replicandola para concluir en un Balance Económico- Financiero tradicional, mas uno Social otro Ambiental y otro exclusivo de Bienes y Pasivos Intangibles, y finalmente conformando un Balance Integral Consolidado de todos los anteriores que nos brinde la Realidad Total del ente o empresa. Partiendo que cada hecho económico u operación del ente será contabilizada en un único libro diario, utilizando un plan de cuenta ùnico y diferenciado para cada uno de los balances que se quiere generar al final de cada

período de tiempo.

 

Finalmente puedo decir que resulta dificultoso de identificar y valorar estos ,tipos de activos  y pasivos, ya que conllevan dosis de subjetividad muy importantes, aspecto este que es crucial  aunque  no abordado definitivamente por las diversas normativas. Prueba palpable de ello es la continúa revisión a la que se ven sometidos por la normatividad tales criterios. Ya que este efecto esta asociado, sin duda alguna, a la marcha de las empresas y, por tanto a la economía en general. La segunda conclusión es que se considera que determinados intangibles como listas de clientes, marcas, relaciones con clientes, capital humano, capital estructural, etc., no satisfacen la definición de activos y pasivos , y en consecuencia, deben registrase como gasto cuando se producen ellos; no figurando en el activo del Balance (NIC 38). Por último, en la medida en que el modelo contable actual no permite reflejar apropiadamente en los Estados Financieros el valor de los intangibles, los gerentes de las sociedades deben proporcionar a los propietarios del capital, información adicional a la requerida por las normas contables para facilitarles conocer la real situación patrimonial de la firma y estimar adecuadamente su valor y situaciòn.

 

Desde el punto de vista contable, cuando, en la contabilidad financiera ,se intenta valorar el capital neto de una empresa se realiza como la diferencia entre los activos y pasivos. Si el capital intangible de una organización está formado  por la suma de los activos y pasivos intangibles de una empresa  y, si la ecuación C = A – P es válida dentro de un sistema de contabilidad de costos históricos, debe, por extensión lógica, haber una ecuación

equivalente con respecto a la capital intelectual.

 

Por ello la necesidad de desarrollar un nuevo paradigma contable que permita incorporar conceptos y elementos que hagan de la Contabilidad una herramienta idònea y confiable capaz de mostrar la real situación y evolución de un ente, realmente útil para todos los usuarios de la información.

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