Asociación Interamericana de Contabilidad

Finanzas verdes: el nuevo rostro de la inversión responsable

Por Mag. C.P.C Darwin Malpartida-Márquez
Miembro de la Comisión Técnica Interamericana de Administración y Finanzas de la AIC

INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas, el mundo ha sido testigo de un aumento significativo en la conciencia ambiental y la necesidad urgente de adoptar prácticas sostenibles. La creciente evidencia del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas ha impulsado a gobiernos, empresas y ciudadanos a buscar soluciones que no solo fomenten el desarrollo económico, sino que también protejan el planeta para las generaciones futuras. En este contexto, las finanzas verdes han emergido como un pilar fundamental en la transición hacia una economía más sostenible y responsable.

Las finanzas verdes representan una evolución de las finanzas tradicionales, integrando criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en la toma de decisiones financieras. Este enfoque no solo busca rendimientos económicos, sino que también promueve proyectos que tienen un impacto positivo en el medio ambiente. Desde la financiación de energías renovables hasta la conservación de recursos naturales, las finanzas verdes están transformando la manera en que se movilizan los recursos financieros en todo el mundo.

El objetivo de este artículo es explorar y destacar las diferencias clave entre las finanzas verdes y las finanzas tradicionales, subrayando la importancia de esta distinción en el panorama financiero global. A medida que más inversores y entidades financieras reconocen la necesidad de adoptar prácticas sostenibles, es esencial comprender cómo las finanzas verdes pueden ofrecer una alternativa viable y beneficiosa para todos los actores involucrados.

A través de esta exploración, se busca proporcionar una comprensión clara de cómo las finanzas verdes están redefiniendo el concepto de inversión responsable, ofreciendo tanto beneficios económicos como ambientales. Esta transformación no solo es crucial para mitigar los efectos del cambio climático, sino que también representa una oportunidad única para fomentar la innovación y la resiliencia en el ámbito financiero.

 

ANÁLISIS CONCEPTUAL.

¿Qué son las finanzas verdes?

Las finanzas verdes se refieren a los mecanismos financieros que apoyan proyectos e iniciativas ambientalmente sostenibles, con el objetivo de abordar el cambio climático y promover la innovación ecológica (Magalhães, et. al., 2024). Vale decir, desempeña un papel crucial en la financiación de los esfuerzos de reducción de carbono en industrias intensivas en carbono, como el acero, y contribuye a la lucha contra el cambio climático (Geetha, et. al., 2024).

De otra parte, la financiación verde abarca varios instrumentos, como los préstamos verdes y los préstamos vinculados sostenibles, que proporcionan financiación específica para proyectos respetuosos con el medio ambiente y vinculan las condiciones de los préstamos a los objetivos de rendimiento en materia de sostenibilidad, respectivamente (Raji, 2024). Las investigaciones, al respecto, indican que existe una asociación positiva significativa entre la financiación verde y la innovación ecológica empresarial, especialmente entre las empresas que contaminan mucho y tienen limitaciones financieras, y que las preferencias ecológicas de los inversores amplifican aún más este impacto (Shi, et. al., 2024). El creciente interés académico por las finanzas verdes subraya su papel fundamental a la hora de fomentar una economía sostenible e impulsar un impacto ambiental positivo a nivel mundial.

Por tanto, las finanzas verdes incluyen cualquier forma de financiamiento que respalde proyectos ambientales, como energías renovables, eficiencia energética, gestión de residuos, conservación de la biodiversidad y desarrollo de infraestructura sostenible. Su alcance no se limita a un sector específico, sino que abarca una diversidad de industrias, desde la agricultura sostenible hasta el desarrollo urbano ecológico.

En el núcleo de las finanzas verdes se encuentra la integración de criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en la toma de decisiones financieras. Estos criterios permiten evaluar no solo la rentabilidad económica de una inversión, sino también su impacto ambiental y social, promoviendo así un enfoque holístico hacia la sostenibilidad.

 ¿Qué son los bonos verdes?

Son instrumentos de deuda emitidos por entidades públicas o privadas para recaudar fondos destinados a proyectos con beneficios ambientales claros y medibles. Los fondos obtenidos de la emisión de bonos verdes se utilizan exclusivamente para financiar iniciativas sostenibles, como la construcción de parques eólicos, la mejora de la eficiencia energética en edificios y la gestión sostenible del agua.

¿Qué son los fondos de inversión sostenible?

Estos fondos agrupan el capital de múltiples inversores para invertir en una cartera diversificada de activos que cumplen con criterios ESG. Los fondos de inversión sostenible pueden incluir acciones, bonos y otros instrumentos financieros emitidos por empresas que demuestran un compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social.

¿Qué son los préstamos verdes?

Son préstamos concedidos a proyectos que generan beneficios ambientales. Los términos de estos préstamos pueden incluir incentivos para el prestatario, como tasas de interés reducidas, siempre y cuando los proyectos financiados cumplan con los objetivos de sostenibilidad acordados.

¿Qué son los seguros verdes?

Estos productos de seguros están diseñados para cubrir riesgos asociados con proyectos y actividades sostenibles. Por ejemplo, seguros que protegen contra los riesgos climáticos en la agricultura sostenible o seguros para instalaciones de energía renovable.

Bajo este contexto descrito, podemos darnos cuenta las diferencias entre las finanzas tradicionales y las finanzas verdes. La diferencia crucial radica en los criterios de evaluación y los objetivos de inversión. Mientras que las finanzas tradicionales se enfocan exclusivamente en los resultados financieros, las finanzas verdes evalúan tanto el rendimiento económico como el impacto ambiental y social. Este doble enfoque refleja un cambio de paradigma, donde la responsabilidad hacia el planeta y la sociedad se convierte en una parte integral del proceso de inversión.

Además, las regulaciones y políticas que rigen estos dos enfoques también varían significativamente. Las finanzas tradicionales están sujetas a las normativas financieras generales, mientras que las finanzas verdes están regidas por estándares adicionales que promueven la transparencia y la sostenibilidad, como los criterios ESG y las certificaciones de bonos verdes (Ver tabla 1).

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