Asociación Interamericana de Contabilidad

El Nuevo Código de Ética de IFAC, como guía de la profesión contable en Latinoamérica

Cuando hablamos de un Código de ética generalmente asociamos con patrones y reglas generales que norman el comportamiento de un individuo, en el desempeño de sus actividades diarias, con el propósito de mantener un adecuado manejo de su profesión, sin importar cual fuere esta.

Es evidente que el profesional que desempeña funciones tan delicadas y de tanta responsabilidad en temas relacionados con la contabilidad y auditoría, mantiene bajo sus hombros la responsabilidad de la presentación y opinión respecto de las transacciones y resultados de una determinada actividad económica y comercial; información en base a la cual los usuarios de esta van a tener que tomar decisiones triviales y hasta las más trascendentales, entre ellas podemos mencionar aquellas que tiene que ver con respecto de una inversión, la concesión de un crédito, el pago de un tributo, la liquidación de utilidades, etc..

Con estos antecedentes está claro que su opinión estará sustentada en su juicio y criterio personal, amparada básicamente en los conocimientos, experiencia, entendimiento del negocio y la preparación que este profesional tenga en la materia y en el campo en el cual desarrolla su actividad profesional; de ahí la importancia que esta sea lo más objetiva y transparente de tal forma que refleje la realidad económica de la Sociedad a la que se pertenece o para la cual brinda sus servicios.

Si bien es cierto en Ecuador desde el año 1991, como seguramente ha sucedido en varios países en Latinoamérica, ha existido un código de ética propio para el Contador, con el fin de normar las responsabilidades y obligaciones del profesional contable con sus clientes, empleadores, empleados, colegas y público en general; sin embargo con la adopción de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), la aplicación y el cumplimiento obligatorio del “Código de Ética de IFAC” se vuelve imperioso. 

En estas circunstancias es necesario conocer que al ser una normativa, esta es dinámica y debe irse ajustando a las circunstancias propias de la profesión y los últimos cambios han sido direccionados efectivamente en el juicio crítico de los revisores involucrados en la nueva Norma de Gestión de Calidad; sin embargo debemos considerar los elementos básicos del Nuevo Código de Ética de IFAC tales como los cinco (5) principios fundamentales que están vigentes:

  1. Integridad, entendiendo como tal el comportamiento profesional en cuanto a su franqueza, honestidad en sus relaciones profesionales y empresariales, implica también justicia en el trato y sinceridad;
  2. Objetividad al momento de presentar y revelar la información, esto implica no comprometer su juicio o criterio profesional a sabiendas que con ello podría generar un perjuicio o conflicto de intereses o estar influenciado por terceros;
  3. Competencia profesional y debido cuidado, que implica el tener la obligación de mantener un conocimiento y preparación adecuada o necesaria para brindar un servicio competente y diligente acorde con la normativa técnica;
  4. Confidencialidad, en el manejo de la información a la que pueda acceder producto de su trabajo o actividad y abstenerse de divulgarla o compartirla a menos de que esté debidamente autorizado;
  5. Comportamiento profesional y normas técnicas, esto significa que deberá cumplir con las obligaciones legales, reglamentarias y estatutarias para evitar cualquier conducta o procedimiento que el profesional conozca que con ello podría desacreditar su profesión; también implica el evitar compromisos exagerados o desmedidos de sus servicios, en términos de experiencia y capacitación que supuestamente posee, así como evitar comparaciones o juicios críticos respecto del trabajo de un colega.

El código de ética promulgado por la Federación Internacional de Contadores (IFAC-IESBA) también hace referencia a las diferentes amenazas a las que está expuesto el profesional contable, entendiéndose como tales aquellos procedimientos que de alguna manera comprometen o ponen en riesgo el desarrollo de su actividad y que se categorizan en cinco (5) tipos:

  1. Interés propio.- Implica actuar o dejar de hacerlo por el solo hecho de obtener un beneficio o el de evitar un perjuicio personal, ya sea financiero o de cualquier otra naturaleza;
  2. Auto revisión.- entendiendo como tal el no evaluar los resultados alcanzados u obtenidos, con los cuales se puede llegar a establecer una conclusión o juicio profesional;
  3. Abogacía.- Tratar de hacer prevalecer su juicio o criterio en favor de una posición que incluso a costa de perder su objetividad;
  4. Una de las más comunes, al mantener un comportamiento poco ético por el solo hecho de mantener un interés marcado por un factor de afinidad o compromiso familiar con los ejecutivos de la empresa para la cual presto mis servicios;
  5. Intimidación.- Significa recibir presiones, propuestas o exigencias desmedidas en favor de su pronunciamiento, a costa de conservar su posición o cargo.

Finalmente el Nuevo código de ética de IFAC-IESBA, también nos brinda alternativas a las que denomina como “Salvaguardas”, entendiéndose como tales los principios, acciones o medidas que se adoptan para atenuar, reducir o contrarrestar las amenazas a un nivel aceptable, categorizándolas en dos grupos:

  1. Las instituidas por la profesión, como serían los principios contables o por disposiciones legales o reglamentarias, relacionadas con requerimientos básicos de formación o capacitación continua, teórica, práctica y experiencia; y
  2. Dadas por el entorno del trabajo y hechas para desalentar el comportamiento profesional poco ético y que generalmente están dadas por las Organizaciones de control o regulación gubernamentales.

Por lo tanto, podemos concluir que la profesión contable debería estar estrechamente vinculada o relacionada con el Nuevo Código de Ética y considerar que este último ya no es más una opción de cumplimiento, sino una guía práctica para un profesional que procura un comportamiento adecuado y transparente.

 

Autor: Ing. CPA Renato Coronel D. – MCA  (C.C.P.P.E. – Ecuador)

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